Actualidad y sociedad
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Diez consejos para informar en una autocracia [en]

Estados Unidos no es una autocracia. Pero la elección de Trump para un segundo mandato en la Casa Blanca, donde planea desatar un asalto a la libertad periodística retórica y legalmente, es una ocasión para mirar al resto del mundo, a los reporteros que trabajan bajo regímenes donde la prensa está bajo constante amenaza. Las lecciones de Lina Attalah, Carlos Dada, M. Gessen, Elena Kostyuchenko, Vinod K. Jose, Maria Ressa y los periodistas que documentaron la guerra contra las drogas de Duterte lustran cómo pedir cuentas al poder... y sobrevivir

| etiquetas: libertad periodística , autocracia , prensa bajo amenaza
1) No normalizar. Cuando el discurso y el comportamiento del autócrata se salgan de la norma y sean inaceptables, dílo.

2) No demonices a los partidarios del autócrata. Escucha lo que realmente dicen. Entiende de dónde vienen antes de juzgarlos. Decirles que son estúpidos o que están mal informados no servirá de nada. Nadie quiere que le digan que le están engañando o manipulando. En lugar de eso, analiza su agravio real o imaginario, su orgullo herido, su percepción de pérdida de privilegios…   » ver todo el comentario
Lo de la libertad periodística en EEUU es altamente discutible.... véase Julian Assange por ejemplo....
#4 No existe un sistema perfecto, pero cualquier periodista podría desmontar esa tontería. Según esta organización, Estados Unidos ha perdido varios puntos este año, cayendo al puesto 55. Sin embargo, Rusia está cerca del fondo en el puesto 162. ¡Y solo 19 países superan a Rusia!, rsf.org/en/index

Japón está en el puesto 70
Aquí quieren “controlar los bulos”.

En EEUU la primera enmienda sigue vigente y seguirá cuando Trump se haya ido
Rusia es una autocracia nazi
#2 This underlines how the Western media is lying to you.
old.meneame.net/story/sky-news-publico-verdad-sobre-hooligans-israelie
#3 Rusia es una autocracia que parece haber tomado un curso intensivo de "Cómo ser un villano histórico", y Putin es como un Hitler moderno que ha decidido hacer un remake del Mein Kampf, pero con menos estilo y más vodka.

menéame