El día 13 de noviembre de 2013, el grupo terrorista ISIS distribuyó uno de sus vídeos gore ambientados en Siria. En él, mostraba a un hombre decapitado, asegurando que era un chiita, y que, como tal, merecía que su cabeza quedase separada de su cuerpo. Sus verdugos, de la rama sunita del islam, queriendo dejar clara la inmensa perversión de los chiitas, remarcaban que estos estaban dispuestos a violar tanto a hombres como a mujeres.
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