Varios testigos han indicado que una vez subido en la catenaria comenzó a tirar piedras y poco después se necesitó de un traductor al árabe para poder comunicarse con él. La Guardia Civil ya se ha hecho cargo de él después de que accediera a bajar tras horas de negociación, mucha tensión y de más de una intentona fallida para convencerle de que bajara. Se cortó la tensión en las líneas 1 y 2 de Cercanías para que el hombre no corriera peligro, lo que afectó a decenas de trenes de larga distancia que conectaban Valencia con Alicante o Barcelona
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Quién no ha pasado por algo así, no ha de entenderlo de todas formas. Afortunados sean.
Cómo sería la cosa que un maquinista podía ordenar mover el cuerpo antes que el juez en au reglamento.