Tres antiguos tripulantes cubanos revelan a DIARIO DE CUBA situaciones tan graves como las que sufre el personal de salud exportado por el régimen en las llamadas 'misiones'. El hecho de que el contrato no especificara las horas de trabajo, propiciaba que los cubanos trabajaran diez y hasta 11 horas diarias. Tampoco tenían descanso semanal. Si alguno reclamaba la jornada laboral de ocho horas o su derecho al descanso, SELECMAR no volvía a contratarlo.
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