Gracias al circuito de vídeo del local, la Policía ha comprobado que el delincuente había desarrollado un modus operandi bastante singular: se movía siempre a gatas para evitar ser visto por las cámaras. Pero en dos ocasiones se le fue literalmente la mano y dejó a la vista un tatuaje que le hace inconfundible, aunque nunca se dejó ver el rostro. Resultó ser un cliente. La detención se produjo el pasado 28 de enero. Un día antes se llevó otros 500 €. Se calcula que en el mes de enero robó entre 2.700 a 3.000 euros de esta cafetería de Zaragoza
|
etiquetas: cafetería , descuido , zaragoza , robo , a gatas , tatuaje