Sus niveles de bilirrubina llegaron a alcanzar los 25 miligramos por decilitro de sangre, cuando los niveles normales oscilan entre 0 y 0,3. El debilitado estado del rondeño hizo que sólo aguantara dos dosis del tratamiento. El hermano del fallecido, Salvador Chaves, no consigue entender “cómo los médicos no se daban cuenta de que no le hacían efecto los tratamientos. Todos veíamos que cada vez estaba peor”.
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