Ciudadanos ha dejado atrás los tiempos en que Albert Rivera repetía su “no es no” a Pedro Sánchez. El nuevo Cs de Inés Arrimadas apuesta por volver a la centralidad de la que se fue alejando paso a paso tras el pacto que sellaron Sánchez y Rivera en el 2016 para una investidura que no cuajó. Pero la apuesta de Arrimadas por la “lealtad” no implica una entrega sin condiciones a los postulados del Gobierno. Los naranjas creen que “el apoyo tiene un límite” y que la tan cacareada unidad debería funcionar en “dos direcciones”.
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