La policía antidisturbios húngaras han disparado gases lacrimógenos y cañones de agua para forzar la retirada migrantes que irrumpieron a través de puertas en la ahora cerrada frontera entre Serbia y Hungría. Cientos de personas se han amasado en un punto de cruce de Serbia clave cerca de la ciudad húngara de Röszke, y están involucrados en un tenso enfrentamiento con la policía en el otro lado de la frontera.
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