En los últimos años, gracias a movimientos como el
#MeToo, ha aumentado el número de denuncias que señalan a personajes públicos y artistas por sus comportamientos abusivos y delictivos. Unas denuncias que han sacado a la luz situaciones a veces sabidas por muchos y que durante años se silenciaron por quién era su protagonista. Todo eso ha dado lugar a un debate intenso sobre la cultura de la cancelación y si es posible separar a la obra del autor.