La vacuna de la varicela dejó de estar financiada por la sanidad pública en enero, y ahora su precio supera los 45 euros. Si los padres carecen de informe médico, es necesario que vean a un pediatra que en algunos casos supone más de 150 euros por consulta, y algunos centros privados exigen que la prescripción la firme uno de los facultativos de su plantilla. Aparte hay que pagar los 20 euros de los servicios de enfermería. La Asociación Española de Pediatría advierte de que "sólo podrán vacunar a sus hijos aquellos que puedan pagarlo".
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