No sé cuántos cursos he hecho desde entonces, ni por qué algunos han durado hasta medio año, realizando dos de ellos que han significado un año completo donde aprendí otra vez a madrugar y organizarme, cosa que agradecí. Al mes de acabar, vuelta a empezar con la más absoluta nada. Nada.
|
etiquetas: carta , derrotista , paro , crisis , rendirse , final