Cuando los flamencos migran a las marismas del sur de Irak en los meses de invierno, los cazadores furtivos están esperando, y también los clientes que quieren que decoren sus jardines. Según Samir Aboud, jefe del departamento de medio ambiente de Maysan, no existe una legislación específica que proteja a los flamencos. Sin embargo, varios acuerdos internacionales, ratificados por Irak, protegen a las aves migratorias y prohíben la caza furtiva en las marismas. Pero su mandato sigue siendo limitado.
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