Las recientes noticias sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat, la construcción de una nueva terminal de cruceros y el debate sobre la construcción de la nueva sede del museo Hermitage son los vértices de un triángulo que define el futuro de Barcelona y, más en general, de las ciudades: su destrucción. Para salvarse Barcelona necesita decrecer.
|
etiquetas: hermitage , barcelona , aeropuerto