La estrategia del Sí al referéndum ha cambiado las grandes movilizaciones por un marketing más sutil. Los tres millones de euros que se recaudaron en el 9N entre la sociedad civil no se gastaron en vallas, sino en ‘big data’. Es un tipo de campaña muy segmentado que adapta los mensajes en función de cada barrio, según si lo que les preocupa a un grupo son los peajes, la lengua o las pensiones. Se basa en la técnica de análisis de datos y microsegmentación para rastrear a través de redes sociales qué mensajes son más efectivos.
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