[…] Algo que, sin embargo, está poniendo en pie de guerra cada vez a más cafeterías y pequeños locales. Y es que, ante el aumento del teletrabajo y de las posibilidades de trabajar de forma remota, cada vez son más las mesas que se quedan ocupadas durante horas para convertirse en «oficinas portátiles». Y todo ello, por el módico precio de un café o dos.
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