Alfonso Arriola, exdirigente del PNV condenado a cuatro años de inhabilitación, no ha perdido su trabajo en el Gobierno vasco y seguirá cobrando casi 80.000 euros brutos al año. El Ejecutivo de Urkullu interpreta, según publica El Correo, que debe mantener a Arriola en su puesto de funcionario porque la sentencia del Supremo solo le inhabilita para trabajar en empresas públicas, pero no en la Administración.
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