Hace solo cuatro semanas se cerraron las escuelas y guarderías en Alemania. Poco después, restaurantes, teatros, bares y muchas tiendas también tuvieron que cerrar. Y la política impuso amplias restricciones de salida, todo para detener la mayor propagación del coronavirus. Las medidas rápidamente tuvieron un efecto: en una semana, el tráfico en las calles disminuyó alrededor de un 40 por ciento. Pero desde finales de marzo, los alemanes han estado viajando un poco más cada día. Esto muestra los perfiles de movimiento de los teléfonos...
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