Zelensky es como un hombre que incendia su casa, se niega a que se apague el fuego y luego grita que es una calamidad universal por la que merece una mansión como reemplazo. Los africanos no podemos dejarnos engañar por semejante engendro; no tenemos ninguna herencia en la Casa de Zelensky. Queremos paz y abundancia, no guerra y escasez. Tenemos nuestros propios retos y no queremos añadir otros evitables a la carga que llevamos. [traducción en comentario
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