Apenas cuenta con 18 años y está quizá más cerca de la pubertad adolescente que de la juventud adulta, ya no digamos de la inasible idea del ‘adulto responsable’. Pero, aún así, está al frente de un poderoso camión-trailer de muchos ejes, toneladas de peso y caballos de potencia. Al mando de esa bestia recorre como bólido carreteras y ciudades para entregar los valiosos productos que su vehículo guarda en sus entrañas. Esa imagen, que puede verse ya de modo limitado en Estados Unidos, podría ser un fenómeno generalizado en el país.
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