La fotógrafa falleció el lunes a los 84 años de edad. No era fácil, nada fácil, vivir de la fotografía cuando José Rañó y Rosa Bueno decidieron hacerlo. Él fotografiaba y ella se encargaba de revelar en el laboratorio y de vender las fotos puerta a puerta, en bicicleta. Hablamos de finales de los años 50, cuando la pareja compró su primera cámara con un dinero que le prestó el hermano de Rosa. Se establecieron en Carril y allí fueron criando a sus hijos. Con dificultades, claro, pero saliendo adelante. "No daba para vivir, pero vivíamos".
|
etiquetas: fotografía , vilagarcía , rosita rañó