El Parlamento francés aprobó un proyecto de ley para la creación de un delito específico para el acoso escolar, que hasta ahora era punible bajo otros epígrafes. El acoso escolar será penado con entre tres años de prisión y multa de 45.000 euros cuando produzca incapacidad total pudiendo incluso alcanzar los diez años de prisión y 150.000 euros de multa cuando los hechos hayan llevado a la víctima al suicidio o a la tentativa de suicidio. El autor puede ser un estudiante o un adulto que trabaje en el centro.
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