Él, marinero,pasaba «largas temporadas fuera». Ella «aprovechando sendas ausencias laborales», «aportó sus datos» para pedir dos créditos. Al divorciarse descubrió que era moroso. Ahora la Audiencia ha absuelto a la mujer. Sobre la falsedad documental, el tribunal indica que estaría prescrito. Sobre la usurpación de identidad,argumenta que «solo se efectuó en esos contratos de préstamo y en ninguno más». De la estafa,subraya que «sería en el ámbito del derecho privado donde debería de estudiarse» el tribunal también la exime de pagar las costas
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