Por supuesto, los políticos y los banqueros de Suiza están de lleno en contra de esta iniciativa, ya que disminuye en gran medida su control del poder y restringe su capacidad para continuar degradando el Franco. Afortunadamente, como una de las pocas democracias que quedan en el mundo, el pueblo suizo tiene una oportunidad el 30 de noviembre de cambiarlo. Otra fuente:
www.tfmetalsreport.com/blog/6065/swiss-gold-initiative