Una maldición china dice “Ojalá vivas tiempos interesantes”. La ironía de esa frase que aparenta ser un deseo noble está en que encierra una intención torcida respecto a su destinatario. Y es que la mayoría de los seres humanos, aunque pueda soñar con aventuras, que le proporcionen fama y admiración, en realidad desean la paz y la tranquilidad de los días que se suceden sin grandes hechos que alteren sus vidas. Estoy convencido de que estamos dentro de una larga fase de destrucción -esperar al Kondratieff expansivo es ya como esperar a Godot
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