La política en el este de Europa es cuanto menos curiosa. Al escaso impacto histórico del pensamiento liberal, combinado con medio siglo de comunismo y una traumática transición a la economía de mercado se le suma el peso de la tradición, de la religión, y de una estructura socioeconómica que durante siglos ha sido eminentemente rural, con todo lo que ello conlleva. Así, no es de extrañar que en la época de la globalización –económica, cultural, informativa–, todos los posos que se han ido mezclando con el paso de los años arrojen como resultad