Un abogado mantiene un romance con su secretaria. Al poco tiempo ésta queda embarazada y el abogado, que no quiere que su esposa se entere, le da a una buena suma de dinero y le pide que vaya a parir a Italia. A lo que la secretaria pregunta:
-¿Y cómo te comunicaré que ha nacido el bebé?
-Tan sólo envíame una postal y escribe Spaghetti por detrás. No te preocupes, yo me encargaré de todos los gastos.
Pasan seis meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete exaltada:
– ¡Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal muy extraña de Italia… La verdad no entiendo que…