El comisario jubilado ha sido finalmente condenado por cohecho, lo que implica que los jueces dan por acreditado que para elaborar los dosieres sobre terceros que vendía a clientes privados se sirvió de su condición de funcionario del Cuerpo Nacional de Policía. Algo que aparentemente resultaba evidente dejó de parecerlo cuando la Sala de lo Penal, por tres veces, absolvió a Villarejo de este delito al desvincular su condición de policía nacional de la confección de los informes que vendía a precios astronómicos.