“Aquí no se folla”. Fue la primera regla que Russ Meyer implantó en el rodaje de su película Faster, Pussycat! Kill! Kill! Pero Tura Satana protestó airadamente: “Si no hago el amor una vez al día, me pondré de mal humor y no actuaré bien”. Meyer se ofreció él mismo a calmar el furor uterino de la actriz, pero ella prefirió a un ayudante de cámara. Para colmo, Tura impuso a puñetazos planos de su invención, frases lapidarias y un escote kilométrico. El resultado fue poco menos que el Ciudadano Kane de la sexploitation.
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