Pablo Motos no es Ana Pastor. No tiene por qué serlo. Él cumple su función. Pero habría que ver si Soraya sería capaz de ponerse a bailar a mitad de legislatura, no dos meses antes de las elecciones. Para hacer el payasete, vamos al Hormiguero. Para dar rendir cuentas de nuestras promesas electorales, sacamos el plasma. Pues qué quieren que les diga...
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