«No sé lo que es pagar por comer o beber. No podría volver a eso». Con estas palabras admite Juan Pedro Fernández Romero que, desde que acudió a un festival de música de Motilla del Palancar hace 15 años, lleva en la muñeca una pulsera de «todo incluido» que le libra de abonar consumiciones. «La entrada VIP más rentable de la historia», comenta con orgullo.
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