Yaroslava Mahuchikh es una de las estrellas de los Juegos Olímpicos París 2024. Entre sus secretos están las siestas entre pruebas. Lo que más capturó la atención de los medios y el público fue el curioso ritual de Mahuchikh antes de la competencia. La atleta, que ha encontrado refugio en Alemania tras huir de Ucrania debido al conflicto armado con Rusia, fue vista tomando una siesta en un saco de dormir, una práctica inusual en los Juegos Olímpicos.

Sin necesidad de acudir al centro de salud, y simplemente mediante “una justificación responsable”, los trabajadores españoles podrían concederse a sí mismos una “baja médica” de entre 30 y 45 minutos cada tarde. “La autobaja por siesta es una medida que se está valorando y que busca desaturar las urgencias,

Es uno de los momentos más esperados del fin de semana: acabas de comer, te tumbas en el sofá y echas mano del mando de la tele. Sabes que ahí encontrarás eso que andabas buscando: una película para poder echarte una buena siesta; de esas que si te despiertas no es nada complicado reengancharse. Son las películas de tarde, con niñeras que no son muy de fiar, maridos que tienen más caras que un cubo de Rubik, vecinos con los que no te gustaría encontrarte y, cómo no, monstruos de lo más variopinto dispuestos a sembrar el terror allí donde vayan.

Esta manada de 15 elefantes asiáticos salvajes se embarcó en un viaje que comenzó hace más de un año, cuando salieron de su zona de reserva natural cerca de la frontera de China con Birmania. Los elefantes nómadas de China han recorrido un tramo de 500 kilómetros y han sido captados durmiendo juntos en una zona de bosque en las afueras de Kunking, en el suroeste de China. La manada saqueó granjas, se paseó por calles de algunas ciudades e incluso buscó comida en varios pueblos en el transcurso de su viaje. Todos los animales están sanos.

Por regla general, en muchos países dormirse en la oficina o en el lugar de trabajo, no sólo está mal visto, sino que posiblemente te arriesgues un despido fulminante. Sin embargo, esto no ocurre en Japón, donde una pequeña siesta, lejos de hablar mal de ti, puede reconocer tu esfuerzo. En Japón, de hecho, a menudo se ve como un signo de diligencia, algo así como que “la persona está tan dedicada a su actividad que trabajó hasta el agotamiento”. Hasta tienen una palabra para definirlo: inemuri, que significa “presente mientres duerme".