Si uno lee los comentarios del público a los artículos que se han escrito sobre su infortunada actuación, señor Bodegas, llega a la conclusión de que ha conectado usted directamente con lo más fascista y antigitano de este país. Si uno mira lo que se ha escrito en alguna red social, defendiendo su “libertad de expresión”, descubre la descomposición de la izquierda que insulta al comunismo diciendo serlo y que ha aprovechado, en redes sociales como twitter, para comparar a Bodegas con Shalman Rusdie (vaya, los gitanos son tan poderosos...)