"La idea de que los niños deberían tomar alimentos suaves y dulces, es una suposición muy industrial", dice Krishnendu Ray, un profesor de estudios de alimentación de la universidad de Nueva York, el cual creció en la India. "En muchas otras partes del mundo, el desayuno es tibio, agrio, fermentado y sabroso." Los padres, a los que les gustaría que sus hijos aceptasen desayunos más intrépidos, serían más sensatos si aceptaran ese mismo menú para ellos mismos.

Los Frosties son unos cereales para el desayuno de la empresa Kellogg´s. Su mascota es Tony, un tigre aficionado al deporte con un pañuelo rojo en el cuello.

Los hoteles lo saben. De ahí que hagan el intento – a veces acertado, otras veces penoso -, de imitar la cocina tradicional del país en que se encuentran. Uno de los momentos cruciales es el desayuno. La comida más importante del día se convierte en una amalgama de alimentos locales y costumbres extranjeras que, al final, acaban confundiendo al turista y haciendo que se pregunte cómo es, en realidad, el desayuno típico de aquel país.

Diciendo que no lograba disponer los alimentos de manera adecuada y lamentando no conseguir más “likes” en Instagram, Raúl Mancilla, de 32 años, ha decidido contratar al cocinero José María Arzak para que le cocine desayunos “bonitos, espectaculares y cuquis” que poder fotografiarlos y subir las instantáneas a la popular red social.