El pasado lunes, un avión con alrededor de 2 toneladas de durián en su bodega no pudo despegar por el “motín” de un grupo de pasajeros. ¿La razón? El nauseabundo olor que se sentía desde la cabina. Cáscara espinosa, pulpa blanda, color amarillo y un hedor nauseabundo. Puedes amar u odiar su sabor pero hay una cosa que está clara: el durián se ha ganado a pulso el sobrenombre de fruta más apestosa del mundo. El rey de la fruta, como también se le conoce, es típico de zonas del sudeste asiático y es famoso por su mal olor.
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