Esta novedosa práctica consiste en realizarse un pellizco en una pequeña porción de piel y carne de tu propio cuerpo o el de tu pareja, apretándola de suerte que cause dolor y te haga olvidar el frío que estás pasando durante unos segundos. Asimismo, este fenómeno trasciende en mucho de los valores que encarnan la juventud de hoy en día, ayudando a dejar de consumir electricidad de forma masiva, e incluso acostumbrando a los más jóvenes a vivir de forma precariedad sin rechistar. Este artículo ha sido patrocinado por el Ministerio de Industria
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