Monago argumenta, además, que cada uno de los orgasmos que le sobrevenían se los brindaba, prácticamente en su totalidad, a la nación española y que, por lo tanto, tampoco son ya absolutamente suyos. Todos esos espasmos, que sumados tendrían una duración de más de dieciocho minutos, todavía no han sido valorados económicamente pero se cree que su valor relativo podría estar cercano a los trescientos cincuenta mil ohmios de sinvergonzonería.
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