La costumbre de escribir mensajes en proyectiles se remonta como mínimo a la época bíblica, y continúa vigente a día de hoy entre israelíes, jordanos, estadounidenses y otros. La práctica se convirtió en algo común a escala industrial para los antiguos griegos y romanos, que fabricaban en moldes proyectiles de plomo para hondas con mensajes burlones en relieve como ‘¡ay!’, ‘Encuentra un buen sitio’, o ‘¡Allá va un caramelito!”. En español, vía:
www.ancient-origins.es/historia/mensajes-escritos-proyectiles-¡allá-