No se engañe, Cassavetes habría dado un brazo por ser el autor de Gandía Shore. Los realities, cuando no se repiten hasta la saciedad, son obras de arte de nuestro tiempo. Así lo demuestra La Isla de las tentaciones, de Telecinco y Cuatro, un programa que ha logrado elevar nuestra vergüenza ajena a cimas doradas que ya no se recordaban en la telerrealidad.
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