Y es que hay muchas veces que tenemos claro que necesitamos un coche. Puede ser que vivamos muy lejos del trabajo o de la universidad, que la combinación de transporte público sea muy mala, que tengamos niños que llevar y recoger de mil sitios o simplemente que viajemos mucho, pero en muchos otros casos, la cosa no está nada clara, así que saquemos la calculadora y hagamos números.
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