El brazo que muchos perciben como el más fuerte de Nueva York mide un metro desde el cuello a la muñeca, la circunferencia de su bíceps es la de un balón de fútbol y el color del bronceado con aerosol es similar al café del cuero. Aun en reposo, las venas que lo serpentean brincan hacia la superficie y solo las cubre una maraña de tatuajes. Durante seis días de la semana, el brazo pasa dos horas en el gimnasio, esculpiéndose hasta la perfección. Puede levantar mancuernas de 45 kilogramos con facilidad. Necesita de sastrería especializada.
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