La subasta Barret-Jackson en Scottsdale, Arizona, es uno de los eventos de venta de coches más grandes del año. Durante la última década, ha versado acerca de lo que un solo hombre, Ron Pratte, pudiera comprar. Pero en 2015, va a vender cada uno de los coches que posee en la subasta, incluido un GM Futurliner. Y nadie conoce la razón.
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