La Antártida no es precisamente un destino turístico popular, pero esa tendencia está dando un extraño giro. Los últimos años están siendo testigos de un inusitado aumento de cruceros y paquetes vacacionales a los polos con un reclamo paradójico: visitar estos lugares antes de que se fundan. Tampoco es que de repente la plataforma Larsen C se haya convertido en la Riviera Maya, pero la tendencia es muy palpable. En el verano de 1991 a 1992 visitaron el Polo Norte 6.400 personas. En el mismo período entre 2016 y 2017 la cifra subió a 44.300.
|
etiquetas: cambio climático , cruceros , polos