De un día para otro, y en paralelo a la toma de posesión de Donald Trump, la rúe se ha inundado de cortavientos y chaquetas Napapijri. Hablo de unos jerseys-chaqueta incomodísimos, diseñados para climas árticos. Rojos, azules, grises, verdes… Provistos de gigantescos bolsillos para guardar la compra del Carrefour o incubar un osezno… Surcados por cremalleras que, como los pasillos laberínticos del Hotel Overlook, no llevan a ninguna parte… Gente que parece que vaya a esquiar fuera pistas pero está en la Rambla Catalunya.
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