Tras tanto tiempo 'buceando' en las aguas marinas el mensaje se había hecho poco legible. Sin embargo, al estudiarlo, los expertos lograron establecer quién era el remitente y localizaron a una pariente: la berlinesa Angela Erdmann, de 62 años. "No puedo contener las lágrimas", dijo Erdmann cuando le llevaron el hallazgo a su casa: la mujer nunca conoció a su abuelo, que murió en 1946 con 54 años de edad.
|
etiquetas: mensaje en botella , mar , antiguo