Mientras que los canales por cable en Estados Unidos y Reino Unido tienen libertad para programar series y películas con tacos y desnudos más o menos gratuitos, las televisiones públicas se devanan los sesos intentando transformar toda palabra malsonante en algo que no ofenda a sus televidentes. La mayoría de las veces, esta búsqueda de eufemismos y subterfugios tiene hilarantes resultados. Aquí van diez de mis chapuzas favoritas, todas ellas frases más o menos míticas de películas “adaptadas” para su emisión televisiva.
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