"Las plantas están marchitas, el 60% está muerto, las pérdidas son millonarias y seguimos cayendo, todavía no tocamos fondo. La situación es de desastre total", resume para la AFP Orlando Stvass, vicepresidente de la Cooperativa Agrícola Liebig, productora de la marca Playadito, líder en ventas en el país sudamericano. En los yerbales de Colonia Liebig las plantas, usualmente de un verde profundo, son un mar marrón de arbustos secos. "Se quemaron como en un horno", refiere el ingeniero agrónomo Alberto Müller mientras recorre la plantación.