En la religión de los antiguos celtas, los cuales vivieron en Europa durante la Edad de Hierro entre el 700 AEC, hasta el 400 EC, ciertos lugares tales como manantiales, fuentes de ríos y bosques fueron considerados sagrados. Estos lugares, así como también algunas urbes, tenían frecuentemente templos, altares y santuarios. Aquí, los druidas (sacerdotes) hacían rituales y oraciones, presentado ofrendas basadas en bienes valiosos, sacrificios de animales e incluso sacrificios humanos, para de esta forma ganar la gracia de los dioses y garantizar el bienestar de la comunidad. Estas prácticas…