Hay una familia de Calatayud (hijos y nietos de Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás) que ha conseguido, gracias a la tenacidad del letrado Ranz, que exhumen a sus familiares. Hay una sentencia judicial que dice algo muy sencillo: abran la puerta y sáquenlos. Se sabe perfectamente dónde están y sus familiares no soportan ni un minuto más que estén en el mismo espacio que el dictador. Pero va Patrimonio Nacional --¿escopeta patrimonial?-- y dice ahora que falta una póliza de cincuenta pesetas, o de tres, es igual.
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