Verano del año 2003. El mapa europeo se tiñe de rojo. Sobre todo en Portugal, Francia y España. Las temperaturas rebasan los 40 grados e incluso superan los 46 en Córdoba. La entonces ministra de Sanidad, la conservadora Ana Pastor, lamenta la muerte de 141 personas por golpes de calor, una cifra que no pasa desapercibida. En Francia, en el mismo periodo, se notificaron casi 15.000. ¿Cómo podía haber tanta diferencia, si las temperaturas eran similares?
|
etiquetas: calor , cambio climático