El efecto del teletrabajo, el tirón de València como paraíso habitable donde los nómadas digitales encuentran confort y las buenas posiciones en los listados de destinos turísticos, también se perciben entre pañales y juguetes en El Cabanyal, uno de los más emblemáticos barrios marineros de València. En El Caragol entran alumnos que pasan cortos periodos de tiempo, niños con estancias de tres o cuatro meses, cuyos padres están de paso en la ciudad por trabajo. "Tenemos alumnos de todas las nacionalidades", cuentan en Saint Timothy.
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